viajar...

“Pero viajar no es un empeño en busca de lo imaginado, no es la persecución de algo que uno quiere ver, cerrando los ojos a todo lo demás. No es un deporte hecho para los que están seguros de lo que son, qué quieren y adónde van. Una sola pregunta puede justificar un gran viaje y el viaje está hecho para aquellos que no saben muy bien hacia dónde se dirigen ni conocen con exactitud lo que buscan. Está hecho para los que intuyen que encontrar no es lo importante y que cumplir un sueño puede ser, sobretodo, darse de bruces con la aventura. Es cierto que regresamos siempre, pero no debe viajarse con la intención de hacerlo. Viajar tiene algo de nacimiento"

Javier Reverte.
El Sueño de África.

15 setembro 2008

La Boni, Xavi, Ainho y otros animales en Costa Rica: Pura vida

Llegamos Xavi y yo a la aduana entre Nicaragua y Costa Rica dispuestos una vez más a cruzar estos estúpidos espacios en los que son especialistas en pedirte justo los papeles que una no tiene. Hacemos todo el protocolo entre los miles de "busca vidas" que intentan "ayudarte". Pero cuando llegamos a Costa Rica el funcionario de turno se da cuenta que nuestro "Titulo de Propiedad Provisional" está caducado, y no nos deja pasar. Hablamos con todos, aquello parecía "Asteris y las 12 pruebas", nos mandan al máximo jefazo, y dándonos algunas grandes y casi imposibles opciones, decidimos que lo mejor es: falsificar papeles. Hacemos una fotocopia, y donde había un 2008, ahora hay un 2009 y así poco a poco, las fechas van cambiando, un recorte aqui, fotocopia allá; tenemos un titulo nuevo. Al día siguiente, nos miran, nos revisan y un funcionario nos dice:"Veo que han conseguido la extensión por un año, muy bien , pasen". Hay que ver la estupidez burocrática para creerla...en fin. Pasamos unos días en las playas del Pacífico costarricense, pero un día con mi maravilloso intelecto, en lugar de borrar una foto de la cámara resulta que borre TODAS las fotos que habíamos hecho desde que salimos de México. "¡Estupendo Ainhoa, te has cargado todo Centro América de un plumazo!". Así que después de la pataleta y la rabia, me puse otra vez manos a la obra a hacer fotos como una loca...es lo que tiene el mundo digital...y en Especial Costa Rica que es un país para fotografiar a cada paso.Visitamos Monte Verde donde es increíble cruzar la selva por puentes colgantes, ver tarántulas en su guarida custodiando sus huevos y meterse por dentro de una enredado árbol. Es como vivir dentro de un documental de la 2, pura vida.




Nos encaminamos hacia Río Celeste, que nace entre dos volcanes que sueltan un químico que tiñe el río formando un paisaje en mitad de la selva digno de un cuento de hadas. Por el camino la Boni casi pisa una serpiente constrictor, y ranas del tamaño de un armario...esto parece Parque Jurásico!Nos adentramos en el Parque Nacional de Rio Celeste muy prontito por un caminito muy estrecho.Mirando la increíble vegetación y el magnifico paisaje. De vez en cuando veíamos una serpiente, mariposas y bichos extraños. Andábamos Xavi y yo haciéndonos unas fotos cuando descubrimos unas huellas muy grandes, recientes y de un animal no identificado. Le estábamos haciendo fotos a las huellas cuando en ese momento me di la vuelta y empecé a tartamudear: Ti, ti, ti, ti....tigre!!!!. Detrás de Xavi sin previo aviso y a penas 6 metros saltó un jaguar de una árbol, cruzó el camino y desapareció entre la espesura. Yo tiritaba de miedo y no podía creerlo. ¡¡¡¡Un jaguar!!!! Sabemos que existen, que viven en algún lugar de la selva, pero una no se espera que en mitad del camino, en pleno día, se te cruce uno. Se lo contamos al guarda del Parque, le enseñamos las fotos de las huellas, y nos contó que pertenecían a un tapir de unos 300 kg, las presas de los jaguares, y que lo más probable es que nosotros estuviéramos entre el depredador y su presa..."Tuvisteis mucha suerte, sois los primeros en ver un jaguar en este Parque, y menos mal que no tenia mucha hambre" Sin palabras, estas son las fotos del lugar.












De Allí nos marchamos con la adrenalina a flor de piel y cuidando nuestras espaldas ajajaja Nos dimos un baño en estas aguas azules turquesas que además son termales, pero el susto y la emoción la recordaremos toda la vida. Por si no habíamos tenido poco esa tarde nos encaminamos hacia el volcán Arenal. Es un volcán activo, que por las noches brinda un magnifico espectáculo escupiendo lava. Dormimos a sus pies y nos despertamos con sus fumarolas y columnas de humo.
Este país es impresionante, te saludan con un:¡¡¡Pura vida!!! Viven a un ritmo simpático y para explicarte por qué no tienen ejercito te dicen algo muy coherente: "Sencillamente nosotros, los ticos, no tenemos enemigos"
Después de visitar uno de lo crateres activos más grandes del mundo ( el volcán Poás) Fui al aeropuerto a despedir a Xavi con un gran besazo y muchas promesas. Me encaminé sola con la Boni hacia el Caribe y pasé una semana en una playa que bien podría ser Jamaica. Allí se bebe agua de coco con ron, se habla ingles mezclado con español todo junto en una misma frase a un ritmo caribeño muy lento...¿Quién tiene prisa?
Después de una semana, Marti y yo nos reencontramos. Discutimos, hablamos, reímos y lloramos. No ha sido fácil, el camino fue largo y ¡qué nos quiten lo bailao!, pero la Boni se queda en Costa Rica. Salimos en febrero, estamos en septiembre, la Boni la recordaremos por sus caprichos, entre muchas otras cosas, pero no por sus pinchazos: ni uno solo en miles de km. Ya está hecho, lo hemos regalado todo, tirado a la basura y vendido. Hemos despedido a la Boni, nuestros caminos se separan, pero todavía nos queda una ultima aventura. Con nuestras mochilas a la espalda nos vamos en avión a Colombia. Allí nos esperan tres de nuestros mejores amigos. Con la Bibi, Iago e Ivan pasaremos un magnifico mes al ritmo de la cumbia. Gente, nos vemos en Santa Marta...de nuevo al Caribe, esta vez en sudamerica.
Marti, ha sido un placer embarcarme en esta gran aventura contigo, y a pesar de las desventuras que todo viaje tiene, si volviera a atrás lo volvería a hacer.








































07 setembro 2008

LAS GRIETAS, MI HAMACA Y YO

Quizás muchas filosofías nacieron en un momento hedonista, y a mí ahora, se me escapan los pensamientos tumbada en una hamaca a orillas del caribe de Costa Rica, en un pueblito llamado Cahuita. Miro hacia atrás y mis recuerdos se difuminan entre fronteras, carreteras y paisajes. Las experiencias se anclan en el cuerpo aumentando las líneas de mi piel, y el viaje, destapa las grietas de los sistemas fronterizos, de la burocracia de este mundo de papeles y pone en evidencia los huecos de las estructuras políticas. Son casi palpables los vacíos que dividen tierras de nadie que encajonan poblaciones enteras desesperadas por huir de un sistema, esperando que el que se mueve al otro lado de la verja, llene de esperanzas esta vida llena de grietas. Grietas por las que se susurra ¡Victoria!, grietas por las que cuando pasas la adrenalina te lleva a gritar ¡Jerónimo!, grietas en las que metes la pata, y te vas con todo el equipo. Si algo claro me queda es que todos los sistemas tienen sus grietas, solo hay que saber mirar y encontrarlas, bien para escapar o bien para no caer en ellas.

EEUU, un país con muchas grietas en la cabeza, tiene obstruido el flujo que sube y libre el que baja. México no tiene problemas en ponerte un sello con la fecha que necesites por una sonrisa, buena labia y quizás un billete por debajo. Belice parece infranqueable pero los perros no saben de muros políticos y andan más libres que las personas entre un lado y otro. Guatemala sigue esperando una fronteriza carretera que simboliza el engaño de políticas internacionales con falsas promesas que nunca llegan. Las grietas de la Boni, o sus caprichos, hacen que, en mitad de las montañas entre Guatemala y Honduras, de repente se apague en plena cuesta arriba y no nos deje llegar a la frontera. Honduras brilla por su simpatía, pero son muy peligrosas las grietas del tiempo que hay entre un camión que sube, tu que bajas y otro que te adelanta. Las grietas de la historia por las que se cayó la guerrilla en Nicaragua todavía perduran en demasiados rostros tristes y desconfiados. Grietas por las que se escapan los impuestos en el Dutty Free, grietas del mundo digital por las que se pierden todas las fotos de un viaje por darle a la tecla equivocada, grietas de la convivencia por las que se caen pedazos de una amistad, grietas en un suelo donde desaparecen unas llaves irrecuperables, grietas del tiempo que termina poniendo a cada cual en su lugar. Y buscando las grietas de Costa Rica nos vimos falsificando documentos en plena frontera para no quedarnos encerrados entre estúpidas tierras que a nadie pertenecen. Grietas de la tierra volcánica por las que sale la espectacular lava que me recuerda que la tierra está viva, y cuando se canse de tanta falsa ecología, arrasa con todos. Grietas de una tupida selva por las que nos sorprendió un jaguar en mitad del camino, grietas en las que se esconden mundos submarinos llenos de color en los arrecifes coralinos del caribe hondureño. Y juntando grietas se hace el camino más ancho y el mundo más pequeño, mi hamaca mas cómoda, y mis pensamientos más tontos se caen por las grietas de este viaje que llega ya a la gran grieta que existe entre Panamá y Colombia. No es nada nuevo, es la cabeza que nos la llevamos de viaje, y es el viaje que nos trae de cabeza; y así, un viaje sin cabeza te lleva a andar sin muchas certezas.
¿ Llegará la Boni al otro lado?